sábado, enero 22, 2011

Capitulo 3 - Quien eres?



Esa noche, me estaba preparando para dormir, y entonces, los pasos regresaron… los ruidos, las voces. Esas voces murmuraban cosas que no podía entender y luego, ese delicioso olor, lavanda.. y la imagen de Cyan brillaba en la oscuridad de mi habitación, sentía como una tranquilidad, aunque seguía pensando que era un idiota.
-me extrañaste?-
Me quede en silencio, mientras el me miraba
-si- lo dije para ver su reacción
-ah… en serio?-
-si-
-no me lo esperaba-
Comencé a reírme –yo se-
-tonta- y se paro al lado de la ventana
-por fin me vas a contar de donde saliste?- me senté en la cama.
-si, te cuento-
Pareció como si respirara profundo antes de comenzar.
El, también estuvo vivo hace mucho, dijo que había muerto en el año 1900 y que era de un país lejano, en Europa, que hacia frio, pero que le gustaba ese ambiente.
Dijo que su muerte había sido horrible, pero que lo mas probable es que la mereciera así, porque el no era una persona amable. Dijo que de las cosas malas que una persona podía hacer, creía que las había hecho todas. Al contarme eso, parecía como perturbado, como si sus propios recuerdos lo torturaran.. Dijo que nunca había tomado la vida de nadie, físicamente, pero que si había hecho que muchos desearan que lo hubiera hecho, y que la forma de matar a alguien, no era únicamente asesinando su cuerpo, sino sus sueños, sus sentimientos, su alma. Y ahí se detuvo, siguió mirando por la ventana.
-y por que estas conmigo?-
-por demalas-
-todas tus respuestas son “por demalas”?-
-no… pero lo digo,  cuando no tengo nada mas que decir-
-y por que no tienes nada mas que decir?-
-podrías dejar de hacer preguntas?-
-ah… NO-
Y se desvaneció, no podía creer que  me hubiera dejado hablando sola, aunque de alguna forma entendía su actitud. Mientras el me contaba lo triste que estaba por las cosas que hizo cuando estaba vivo, sentía  su tristeza y hasta su dolor.
-oye pero por que te vas?- dije al vacío, pero al parecer, si se había ido, por que ninguna de sus respuestas ingeniosas se presentó.
*          *          *
Los días seguían pasando, y el no aparecía. Por primera vez desde que regreso a mi vida lo estaba extrañando. No sabía por que, pero tenia ganas de preguntarle.
Mientras mi hermano tocaba la guitarra y yo me perdía en su sonido, Alex apareció a mi lado
-hola- saludó
-hola- susurre
-por que susurras?-
-por que el no te puede ver- señale a mi hermano
-y?-
-como que ¿y?, no se supone que ustedes existan-
-mmm…- se quedo en silencio un momento- pero mucha gente sabe que existimos.. o si no, pregúntale a tu mama-
-a mi mama?, y ella que tiene que ver?-
-pues ella, podía ver y sentir cosas que los demás no.. como tu-
-solo que ella no estaba loca- dijo Cyan apareciendo detrás de mi
-oye, cuales son tus bases para decir que estoy loca?- dije sin voltear a mirarlo
- no le hagas caso, es solo por llamar la atención- dijo Alex con su voz calmada y profunda. Yo respire .
-ah.. Bueno.. pero como así que mi mama… no te entiendo?-
-pues… todo es cosa de elección-
En ese instante, Alex se levanto y comenzó a caminar por la casa, y yo a seguirlo.
-ella cuando era joven, tubo un momento como tu y un día decidió que quería que todo eso acabara, y así lo hizo.. y sus guardianes, simplemente… desaparecieron- íbamos camino a la cocina, y se detuvo en la puerta de mi mamá. En ese momento, sonó una campanilla de esas que se cuelgan en las puertas, y suenan de forma aguda cuando el viento las mueve. Entonces, Cyan y Alex, desaparecieron en medio de una expresión de dolor.

Luego de ir a la cocina y encontrar algo de comer, entre a mi habitación, me senté en la cama, y  luego con calma, analice los eventos.
Cyan apareció, luego Alex, luego me dicen que lo elegí, luego que mi mama también podía hacer esto.. Ah claro, y Maria, podía verlos. Fácil, solo que no entendía nada, por que a pesar de todo, de lo tonto y arrogante, Cyan era atractivo y Alex … era otra historia.
Y todo eso unido a mi adolescencia era un cuento complicado.
Mi habitación era pequeña, tenía una cama sencilla, con un cobertor azul y las almohadas nunca hacían juego. Un armario mediano, que se mantenía desordenado con mangas de camisa colgando de un lado al otro y todas esas cosas, al frente de la cama había un escritorio en el que estaba mi computador y algunos cuadernos del colegio. Debajo de la cama usualmente estaban mis zapatos que casi siempre eran tenis, y los zapatos del uniforme. Tenia un par de afiches pegados en la parte de adentro de mi armario con las caras de los backstreet boys, me encantaba mirarlos por la mañana. En el techo habían algunas estrellitas pegadas de esas que brillan en la oscuridad, y diagonal a la cama había un tocador que hacia juego con la cama y con una mesita de noche que nunca se veía por que tenia doscientas mil cosas encima, y a su lado estaba la ventana. En ese tocador  había un espejo de medio cuerpo y también estaban mis cosas personales como mi loción y algunos papeles que en esa época me parecían útiles por que me traían recuerdos de mi niñez, aunque de todas formas, no me acordaba de nada. Al llegar, me senté en al frente del computador. Puse algo de música y me acosté a escucharla. Entonces Cyan regreso
- podríamos quitar las campanitas?- pregunto con una expresión algo sumisa.
-porqué?-
-por que.. pues, nos molestan… y.. por que si..-
-ah, ya… hablare con mi mama, a ver que me dice, pero creo que a ella le gustan mucho-
-por favor... te lo ruego-
Sonreí un poco
-me estas rogando?.. Eso es nuevo, antes ni pedias el favor y ahora me ruegas… yo creo que me estas queriendo- dije entre risas.
Cyan alzó su ceja izquierda, mientras yo esperaba que dijera que no me quería, o alguna otra de sus respuestas ingeniosas
-yo si te quiero… si no, no estaría contigo-
Yo pare de reír, y lo mire con asombro mientras me sentaba en la cama, era extraño para mi que me dijera  que me quería o por lo menos, que yo considerara la posibilidad de que fuera cierto
-en serio?-
-si…-
Solo dijo eso, y volteo la mirada. Hubo uno de esos silencios incómodos, así que para romperlo, pregunte por Alex
- y que se hizo tu amigo?-
-cual amigo?- dijo aun sin mirarme
-pues Alex-
-el no es mi amigo-
-huy que feo, no digas eso- dije, por que me parecía descortés que Cyan dijera que Alex no era su amigo
- pues es que no lo es… el es mi bisnieto-
Me quede en silencio, no sabia que decir ante eso… como era posible…
- pero si moriste a los 17 años… como es posible que…-
-pues.. Siendo posible.. Así, nada mas…- me interrumpió
Al escuchar esa respuesta me quede en silencio, no sabia que pensar de Cyan… no sabia si debía seguir preguntando, o mejor no. No sabia si lo correcto era que el estuviera cerca de mi o era mejor alejarlo.-
-eres mi ángel guardián?- pregunte entre mi confusión
-no pienso responder eso-
-por que no?-
-pues…- se quedo en silencio y me miro a los ojos, esa mirada me hizo estremecer          -pues, por que hay cosas que no debes saber aun-
-pero algún día me lo vas a decir?-
-si, algún día-
Dio media vuelta, y salio de la habitación atravesando la pared que daba hacia la cocina.
*          *          *
Pasaron varios días, y las cosas seguían normales, el no aparecía y Alex tampoco.
Después del quinto día, deje de pensar en el, parecía que no era tan importante.
Un miércoles en la tarde Salí a caminar con Maria, nos estábamos comiendo un delicioso helado de café.
Íbamos por una calle estrecha que en la casa de la esquina decía en letras blancas “calle 15”, con casas a ambos lados, al final de la cuadra, la calle se cruzaba con una avenida, y había un parque con ancianos que les lanzaban pedazos de pan a las aves y  una iglesia muy hermosa al fondo. Había bastante gente, pero no parecía tanta por lo grande que era la avenida. Todos caminaban de un lado a otro y como era un día caluroso parecía que se asaran. A la distancia vi a un chico, estaba bastante lejos, pero se podía ver lo atractivo que era, su piel era muy blanca, y parecía brillar, era interesante y no solo eso, era bastante llamativo, estire el cuello para verlo mejor entre la multitud pero Maria me tomo del brazo para seguir caminando, entonces a los pocos segundos lo perdí de vista
-huy, que lindo, por que los chicos lindos, están lejos o están comprometidos?- dijo Maria. Yo solo me reía, era gracioso pensarlo, pero era cierto.
Estábamos a punto de cruzar la calle, estaba parada en la acera, y el semáforo estaba en rojo, eso significaba que podíamos pasar, lentamente, moví mi pie derecho para ponerlo sobre la calle, y de repente sentí una mano sobre mi hombro que me halaba hacia la acera nuevamente y en ese preciso instante, una motocicleta paso a una altísima velocidad… yo respire profundo, y Maria dejo salir un grito “mudo”
Al mirar hacia atrás, pude ver una figura masculina, era Cyan?... si, era él, pero se veía diferente, mas humano.
-pon atención, no puedo estarte salvando a toda hora- y miro para otro lado
Yo en medio de mi conmoción solo dije –si, claro- y me quede mirándolo
Maria parecía estar más asombrada que yo, tenia la boca abierta y no dejaba de mirarlo, parecía que ni parpadeara.
-Cyan?- dije mientras el solo alzaba la ceja
-ahí no... Como crees?..- y luego se rio.
A los pocos segundos, otro chico se nos acerco, era rubio, se parecía mucho a Alex.
Yo solo me quede mirándolo y le sonreí
-no le hagas caso a Cyan, es un amargado- dijo mientras le ponía la mano en el hombro a Cyan y el solo lo miraba con una cara que pretendía mostrar seriedad.
-ah, ya, bueno…que puedo decir?- dije algo confundida
-podrías decir GRACIAS-
-eh- alce la ceja, su extraño desdén dejo de parecerme gracioso –gracias, pero podrías ser mas amable - susurre
El solo se quedo mirándome –bueno, ya me tengo que ir- dijo el caminando hacia atrás
-pero no nos tenemos que ir- dijo Alex, quien tenia una apariencia muy tranquila y amable. Lo mire y le sonreí, el solo sonrió de vuelta… Era muy lindo pero a mi me gustaba mas Cyan. No, un momento, Cyan no me gustaba, era como, que me intrigaba.
-si, nos tenemos que ir!- afirmo Cyan mientras Maria se paraba a su lado
-a donde?- pregunto ella mientras Alex se reía con un gesto de incredulidad
-pues no se, a alguna parte- dijo Cyan hablándole a Maria muy despacio, como si ella tuviera problemas auditivos
-bueno, vete, nosotras nos quedamos con Alex- me reí mientras le tomaba la mano a Alex, y él alzaba los hombros como diciendo ‘que puedo hacer?’
-no, ni se les ocurra que las voy a dejar con el, para que quieren que me quede acá?- dijo Cyan algo distante, como si no fuera necesario que estuviera cerca.
-no se, para dar una vuelta- comencé a caminar, y aun tenia a Alex de la mano.
El  sol brillaba en la mitad del cielo que tenia algunas nubes blancas. Era uno de esos días en los que te puedes acostar a mirar el cielo y buscarle forma a las nubes.
Las manos de Alex eran frías, pero al mismo tiempo transmitían una calidez casi igual a la de su mirada. Sus ojos castaños y su cabello rubio, contrastaban casi perfectamente con su piel blanca, pero de apariencia bronceada.
Comenzamos a caminar y Maria tomo a Cyan del brazo, al llegar cerca a mi casa me senté debajo de un árbol, y Alex a mi lado. Dando la vuelta al árbol se sentaron Maria y Cyan.
-por que Cyan es así?- pregunte rompiendo el silencio
-no se, siempre ha sido igual- dijo encogiendo los hombros –bueno, no, desde que yo lo conozco es igual, a veces es peor, y no le gusta hablar de su pasado-  respiro profundamente tratando de encontrar las palabras correctas – creo que algo lo atormenta, no se que podría ser, pero, igual, te quiere un montón-
Mire hacia atrás donde estaban Maria y Cyan para cerciorarme de que no estuviera escuchando
-no se por que, pero creo que también lo quiero, he soñado con el, pero no se si es que el se mete en mi cabeza a jugar ahí-
-puede ser- Alex se rió y se acerco a mí –pero puede ser que lo quieras mucho de verdad, uno nunca sabe-
Lo mire con una expresión de incredulidad mientras movía la cabeza para mirarlo de frente –tu crees?-
-no se, como saberlo, eres tu la que siente- mientras cogía una ramita en sus manos y le daba vueltas incesantemente
-pero tu eres el psicólogo… no?- arquee las cejas
-si bueno, eso… ERA psicólogo, ahora solo soy un ang…- y se detuvo para mirar a Cyan. Parecía que no debía pronunciar esa palabra, como si me revelara algo que se supone que yo no debería saber.
-un ang…que?- pregunte
Se acerco a mi y me susurro al oído –un ángel- su voz me hizo estremecer
-un ángel?- pregunte exaltada, como así  que Alex era un ángel sentado a mi lado con la mirada perdida. Como así que lo que había estado jugando con mi mente los últimos días era un ángel, mi ángel guardián?. Pero como era posible que hubieran estado vivos, como era posible que Cyan hubiera sido una mala persona?. Nunca había escuchado de un ángel llamado Cyan y que oliera a lavanda.
-un ángel?-  trate de fingir que no había escuchado bien, pero estaba segura de lo que el había dicho.
-shhh- hizo un gesto con la mano – el no puede saber que te dije… si?-
Asentí en silencio mientras me perdía en los ojos de Alex.
Entonces Cyan se movió un poco alrededor del árbol, para mirarnos casi para vigilarnos, mientras Alex y yo solo nos miráramos a los ojos, sentía como si le hablara y el contestara con una mirada perturbadoramente perfecta.
-muy ocupados?- pregunto Cyan mientras ambos volteábamos a mirarlo
-no, para nada- dijo Alex tranquilamente y mi pulso se aceleraba.

-quieren comer algo?- se detuvo unos segundos –hace mucho que no siento el sabor y ya lo extraño- mire a Alex buscando una explicación
-luego te digo- susurro y se puso de pie, al mismo tiempo que Cyan y Maria
Cyan me extendió la mano para ayudarme a levantar. Yo la tome, estaba fría, tal como la de Alex; pero al tocarlo, sentí una corriente eléctrica que recorría mi cuerpo, deje de sentir la punta de los dedos, y antes de pensar en levantarme deje mi mirada fija en su rostro que tenia una bella sonrisa dibujada  y hasta parecía que se sonrojaba y tenia un ligero brillo en sus ojos. Luego de darme el lujo de observarlo unos segundos, me puse de pie lentamente, mientras seguía mirándolo. El era mas alto que yo, su presencia era imponente, me imaginaba como se vería con alas. Seria que usaba alguna ropa extraña o era ropa normal?.
Comenzamos a caminar, para buscar algo de comer, y no pude evitar estar cerca de Cyan. A mi lado derecho estaba Alex, y a mi lado izquierdo estaba Cyan, y mas allá estaba Maria. Estaba en medio de estos dos “hombres” que más parecían figuras sacadas de una revista. Cyan tenía una camisa tipo polo de color azul cielo que resaltaba sus ojos, y unos jeans. Alex vestía una camiseta roja que atraía las miradas, y unos jeans de color negro. No importaba lo que hicieran parecían rodando una película. Hasta el viento parecía jugar con su cabello. Y Maria y yo parecíamos desentonar. Sentía que la gente nos miraba como preguntándose “que hacen ellas con ELLOS?”, aunque igual, no me importaba mucho. Sentía una extraña excitación como si, hubiera esperado ese momento por mucho tiempo.
-podemos hablar?- mire a Cyan esperando una respuesta. El sin mirarme dijo
-si, claro- me tomo de la mano y cuando lo hizo sentí que moría. Se movió unos pasos hacia un lado para dejar a Maria y a Alex adelantarse y en ese momento me miró
-dime- arqueó las cejas
-que eres?, quien eres?... eres… hum… real?- dude un poco antes de pronunciar esa ultima palabra. Parecía tonta preguntando que si era real. Obviamente lo era, su olor, verlo ahí a mi lado, y hasta podía tocarlo. Podía ser real. Aunque últimamente me había estado preguntando acerca del verdadero significado de la palabra realidad. Que tal si lo que vemos es solo una pequeña fracción de lo que realmente existe?. Es posible saber cosas antes de que sucedan? Lo palpable es real?. Después de ver películas como matix, o viajar entre los armarios para llegar a mundos maravillosos, me preguntaba si eso era remotamente posible, o de donde salían esas extrañas ideas de mundos paralelos, de ángeles caminando entre nosotros. De donde había salido la idea de seres “alados” que nos cuidaban, que hacían parte de nuestra vida cotidiana, a quien se le ocurrió que eran hermosos, y por que?
Me preguntaba entonces que era real y que no, a pesar de ser muy estricta con la realidad que deseaba creer, ya no estaba tan segura de saber que pertenecía a ese régimen y que no. Que era lo remotamente posible, creíble, y que era lo que definitivamente no iba a tener un espacio en mi mente o en mis creencias.
-que soy?- dijo cuestionando mi integridad mental. Estaba con un gesto algo burlón y una media sonrisa.
-si, me escuchaste, que eres?-
-no me ves?, soy una persona!- se rió, y mantuvo su gesto burlón
- te veo, pero no pareces persona, por lo menos no una normal, entonces como llamas tu tipo de persona?- en ese momento dejo de caminar, y dirigió su mirada al frente pero ahora su gesto burlón se había ido
-ehmmm…- dudo un poco –para que quieres saber eso?-
-no es para decirle a nadie, sabes que me encanta saber… o no?-
-si, yo se, pero… para que?-
-quiero conocerte- solo dije eso, y me quede mirándolo mientras el miraba como Alex y Maria se alejaban.
-pues yo…- respiro profundamente antes de continuar –yo soy un tipo de persona que aun no conoces, es que tu no sabes muchas cosas, sobre… muchas cosas- dijo con un aire de inocencia que no se podía ocultar, al fin parecía que su extraña caparazón se disipaba
-como que tipo?, ilumíname con tu sabiduría- dije cruzando los brazos, esa excusa me parecía pobre.
-soy un…- parecía estar pensando en otra excusa, no me miraba a los ojos y eso me ponía de mal genio. A lo lejos podía ver a Alex y a Maria que seguían caminando.
 –un …- continuó –un ángel-
Por fin lo había dicho, el era un ángel. Creí sentir felicidad, pero a los pocos segundos me daba cuenta de lo poco razonable que eso sonaba.
-un ángel?- a el se le escuchaba menos creíble que a Alex.
-si, uno de esos seres alados y gorditos que están en las pinturas del renacimiento-
Alce la ceja al escuchar lo de los gorditos.
-ya, veo… entonces si eres mi ángel guardián?-
-no empieces con eso otra vez, no te voy a decir- comenzó a caminar rápidamente
- oye, espérame- trate de alcanzarlo y mantener el paso- que feo… no deberías ser tan grosero-
- no soy grosero, soy evasivo, que es diferente- siguió caminando sin mirarme, pero ya no lo hacia tan rápido –por que no puedes… solamente pasar el tiempo conmigo sin hacer esas preguntas?-
-por que… por que…- me quede con la boca abierta unos segundos tratando de buscar una respuesta lo suficientemente ingeniosa como para darme la razón de seguir preguntando incesantemente, dentro de mi cabeza no lograba pescar ningún pensamiento coherente al respecto
-porque… - insistió el
-bueno, por que, quiero saber a quien tengo al lado-
Su respuesta fue corta, extraña y muy rápida –me tienes a mi- me tomo de la mano lentamente y siguió caminando. En la esquina podía ver a Maria y a Alex esperándonos, parecía que nos había tomado una eternidad terminar de caminar esa cuadra.

Al llegar a ellos, Alex tenia algo en la mano, parecía pastel o algo así, se lo entrego a Cyan quien inmediatamente lo mordió y comenzó a comerlo como si fuera la ultima vez que iba a probar comida, cerro los ojos, y se tomo su tiempo para saborearlo.
Maria y yo solo lo mirábamos mientras Alex tomaba una gaseosa.
Estábamos atraídas profundamente por el disfrute de Cyan ante la comida. Era evidente que ese pastel no era lo mas refinado que se puede encontrar, y mucho menos la comida mas deliciosa. Pero de igual forma parecía que le diera un profundo masaje a su boca, como si todos sus sentidos se hubieran detenido para que el gusto tomara el poder.
-esta rico?- pregunto Maria, a lo que Cyan solo hizo un ruido –ajam- y siguió masticando lentamente.
-déjenlo que se concentre- dijo Alex con una sonrisa –hace mucho que no comía-
Lo mire expectante, el había dicho que me explicaría luego.
-dijiste que me ibas a explicar- reitere en caso de que no notara mi expresión.
-ah, si claro, lo que pasa es que estando en nuestra forma etérea, no tenemos los mismos sentidos que ustedes, nosotros, no tenemos tacto, ni olfato, ni gusto… pero si visión y audición, también volamos, y traspasamos cosas… -en ese punto se rio un poco antes de continuar- también podemos pasar de una dimensión a otra, y de un plano a otro, y podemos sentir cosas que … no se sienten- susurro la ultima parte de su explicación, mientras mi amiga y yo permanecíamos inmóviles tratando de comprenderlo.
-ahh- asentí pretendiendo entender – ya.. Veo- dirigí mi mirada a Cyan, quien estaba a punto de terminar, y luego mire a Alex.
-entonces, que hacemos ahora?-
-seguimos caminando- dijo Alex mientras Cyan daba una ultima probada a lo que estaba comiendo. Al terminar me miro, y sus ojos brillaban, parecía que era fácil hacerlo feliz, tenia una sonrisa de satisfacción. Seguimos caminando por una calle bastante estrecha, pero habían muchas personas por ahí. Alex nos contaba como era su vida antes de morir, que le gustaba y que no, hablaba de su hermosísimo “porsche” y de  su casa en Londres.
Maria y yo solo lo mirábamos, a los pocos segundos se me ocurrió una pregunta que no sabia si el querría contestar
-puedo preguntar algo?- dije y me quede mirándolo –si no quieres no tienes que contestar!- Cyan me miro
-oye, eso no es justo, a mi nunca me dices eso- dijo en tono gracioso
-déjala preguntar- dijo Alex mientras me miraba.
Respire profundo lanzándole una mirada fulminante a Cyan – pues, como moriste?-
Sentí muchas miradas sobre mi mientras preguntaba eso, creí que me habían escuchado, por que todo el mundo parecía haberse detenido para escuchar mi pregunta.
Cyan comenzó a caminar y Alex a seguirlo, por supuesto Maria y yo también, a los pocos pasos cuando parecía que no llamábamos más la atención dijo
-pues, fui asesinado- eso fue todo, esperaba una historia detallada de cómo era la muerte, esperaba la luz al final del túnel y todas esas cosas, pero no, su respuesta fue “fui asesinado”. Nos quedamos mirándolo, esperando a que dijera algo mas, pero no lo hacia, por otro lado, todas las personas de las que nos habíamos ganado las miradas antes, nos volvían a observar con intriga. Maria, que es algo insolente dijo mirando hacia esas personas
- que?, les quieren tomar una foto?.. es que nunca habían viso unos así o que?-  señalaba a Cyan y a Alex, mientras yo intentaba esconder mi cara en alguna parte.
Luego de esperar unos segundos por una respuesta, un chico se acerco amablemente a Maria y le susurro algo, a lo que ella parecía muy sorprendida, el chico se fue caminando lentamente y sin mirarnos de nuevo. Yo seguía tratando de ocultar mi cara mirando hacia otro lado, me sentía con las orejas rojas, con muchísima vergüenza. Ella comenzó a caminar en silencio
-que te dijo?- pregunte mientras empezaba a seguirla
Ella no me miro y siguió caminando
-oye, que te dijo?- la tome del hombro para hacerla que me mirara
-dijo que estábamos hablando solas!- susurro y miro para los lados –no hay nadie con nosotras-
Al mirar alrededor, algunas personas aun nos observaban. Cyan seguía de pie al nuestro lado al igual que Alex.
-como así?, aquí están estos dos-
Maria se quedo mirándome –tócalos entonces!- me moví lentamente hacia Cyan para tocar su mano. Esperaba sentir el frio, pero también la corriente eléctrica recorriendo mi cuerpo. Mientras me acercaba Cyan me miraba algo confundido, y yo tenia cara como de miedo, no sabia a lo que Maria se refería. Moví mi mano derecha hacia el y entonces… no había mano, ni cuerpo, ni nada, no se sentía nada. Camine a través de él, no había nada en lo absoluto. Después de pasar varias veces a través de el, me quede mirándolo asombrada
-lo siento- dijo y desapareció en el aire, junto con Alex.
Mire a Maria algo desconcertada –que fue eso?- dije muy despacio, pronunciando cada palabra lentamente, tratando de darme yo misma la respuesta, y luego pregunte de nuevo un poco mas exaltada – QUE FUE ESO?-
Maria solo se quedo mirándome, no dijo ni una palabra. Me tomo del brazo, y comenzamos a caminar de regreso a mi casa, fue un paseo silencioso, no me había dado cuenta de que nos habíamos alejado tanto.
-por que crees que desaparecieron?- pregunte cuando estábamos a punto de llegar a la puerta
-no se- dijo fríamente
-Maria, tu si sabes-
- NO- me dio una mirada fulminante –yo no se nada-
Comenzó a caminar en la dirección contraria.
-espérate!- dije tratando de llamar su atención sin éxito, parecía que algo pasaba, todos me ocultaban algo, y me sentía muy tonta. Ya me estaba comenzando a preguntar quien era Maria, obviamente algo había cambiado en mi mejor amiga, pero aun no estaba segura de que podría ser.
Entre a la casa y puse las llaves sobre una mesa pequeña al lado de la puerta, me quite la chaqueta y la deje caer sobre el sillón y seguí mi camino hacia la cocina. Tome un vaso de la gaveta, y lo llene de agua. Comencé a tomarlo, y en ese momento recordé como Cyan saboreaba el pastel, y como Alex dejaba que las burbujas de su gaseosa jugaran con su lengua. Entonces comencé a saborear el agua, como era posible que dijeran que era insabora? El agua tenia un sabor algo dulce, muy ligero y refrescante, pasaba lentamente por mi garganta relajándola, y además de eso quitándome la sed, se podía sentir su transparencia, sabia casi como se veía, fluida, ligera, dulce, deliciosa. Al terminar de beber el vaso de agua  me dirigí hacia mi habitación, abrí la puerta y me deje caer pesadamente sobre la cama mirando hacia el techo. Aun no sabia quien era él, y lo peor, ya no sabía quien o que era mi mejor amiga.

viernes, noviembre 19, 2010

Capitulo 2 Alex help


Capitulo 2
Alex-help


La noche paso sin ningún percance…parecía que se había ido y eso me traía un alivio. Estaba llegando a pensar que por fin se había acabado esa extraña locura momentánea.
En la mañana, me levante, me arregle y comencé a desayunar… de pronto un delicioso olor a lavanda invadió el comedor y una sombra se comenzó a proyectar en el suelo.
Comencé a girar lentamente… y claro, nuevamente era Cyan ahí parado
-hola, me extrañaste?-
Respire profundo y dije
-NO-
Seguí desayunando
-yo se que si-
Y desapareció nuevamente.
-Maldita sea!!!- No podía pensar en nada más que decir
Y el sin aparecer, dijo...
-No maldigas-
Me daba rabia… ya ni miedo me daba, era tan, fastidioso, pretencioso… tan… él, que no lo podía creer.
Era una mañana fría, aunque a las 6 de la mañana poco se puede saber acerca del clima que hará mas tarde. A mi colegio en realidad nadie iba en carro o en moto, todos llegaban en rutas escolares o íbamos caminando, por que vivíamos cerca. Era un edificio de 3 pisos alargado y bastante gris, tanto que aunque hubiera sol, hacia mucho frio. En la parte de adelante había un parqueadero que usábamos para sentarnos en las horas de descanso ya la derecha habían unas escaleras que llevaban a una cancha de básquet donde tomábamos las clases de educación física los días en que hacia sol. Al otro lado del edificio había un pequeño parque infantil, con arenera y todas esas cosas, aunque nunca nos dejaban estar en el, por que éramos supuestamente las grandes, y no era nuestro lugar. Estábamos confinadas al parqueadero del lado de adelante viendo solo asfalto. Y finalizando el parque, un poco mas a la izquierda había algo parecido a una montaña pequeña, era como un cerro en el que había arboles frutales y estaba terminantemente prohibido subir, asesinando así todos los intentos de aventura posibles. Al llegar al parqueadero me encontré a Maria, quien sorpresivamente dijo…
-hola Cyan- dijo ella
Yo quede atónita... ni yo lo podía creer como era que ella…
Y mientras yo pensaba todo eso, el contestaba
-bien y tu?-
Me quede mirando a Maria
-a quien saludaste?- le dije
-pues a Cyan... ese papazote que esta al lado tuyo, no me digas que no sabes quien es-
- si se quien es… pero…-
-pero nada- dijo Cyan mientras su figura aparecía en medio del parqueadero
-cuando me contaste el sueño me hice la boba… yo siempre he sabido quien es Cyan- dijo Maria, mientras yo no salía de mi asombro.
Sentí que para poder pensar, tenia que alejarme un poco, camine unos pasos, y me senté en la escalera que daba a la cancha. A los pocos segundos, Cyan y Maria se sentaban también
-respira, no te me vayas a desmayar acá- dijo ella, mientras yo tenia algún tipo de ataque de asma, por que sentía que me faltaba el aire, sentía, frío pero sudaba.. Era rarísimo.
Cyan se desvanecía, y Maria me seguía hablando. No se por que nunca pongo atención a lo que la gente me dice, lo que se es que en ese momento estaba pensando en otra cosa, estaba poniendo a mi mente a analizar los hechos, y trataba de sacar conclusiones.
Pero nada salía, parecía que no hubiera conclusiones... ni nada para decir al respecto.
-oye ponme atención- dijo exaltada
-hay ya!, cálmate… acá estoy, te estoy mirando, que mas quieres- dije como de mal genio
***
Esa tarde en mi casa, Cyan me seguía por todas partes, mi perro lo miraba. Pero afortunadamente, se mantenía en silencio. Mi casa era más bien como un apartamento, aunque siempre le he dicho “casa”. Era de un solo piso y 3 habitaciones, baño y todo eso. Mi habitación estaba al lado de la sala de estar y la pared del fondo la compartía con la cocina, entonces cuando alguien cocinaba, era inevitable darse cuenta, para bien o para mal. Cruzando el corredor estaban la habitación de mi hermano donde el se resguardaba del mundo exterior hasta que se daba cuenta del color amarillento de su piel y eso lo hacia salir; al lado derecho estaba la de mi mama, que parecía que nadie durmiera ahí, por que se mantenía inmaculada todos los días y al final del corredor estaba la cocina que usualmente era mi responsabilidad limpiar, pero era una de esas responsabilidades que se tienden a olvidar fácilmente, y a su lado extrañamente mal ubicado, estaba el baño que era algo pequeño, pero cumplía sus múltiples objetivos.
La sala de estar se entremezclaba con el comedor y la “biblioteca”, que solo era un estante grande en donde estaban los libros “de toda la vida” y una colección de cuadernos viejos de los años anteriores.
-ya... deja de seguirme- le dije a Cyan que estaba detrás de mi
-por que?, siempre lo he hecho-
-NO! déjame en paz- y desapareció
Estaba en la cocina, lavando los paltos del almuerzo y pensando...
Será que me enloquecí?... será que... es real?
Trate de buscar ayuda, quería ayuda profesional. Así que en la noche, me senté a buscar por Internet algún tipo de ayuda online, así podría decir lo que quisiera sin que me miraran como si estuviera loca.
Y de repente, apareció una dirección de email muy sugestiva Alex-help.
Que podría significar el help, ya sabia que eso significaba ayuda , pero, por que?. Decidí escribirle.

“Hola, mi nombre es laura, y me gustaría que me ayudaras con algunos asuntos. De pronto me podrías regalar algo de tu tiempo. Espero una respuesta. Gracias.”

A los pocos minutos, una respuesta
“hola laura, cuéntame en que te puedo ayudar”

Yo no sabia que decirle, como comenzar?... como empezar con ese tema tan raro. Además no esperaba que fuera tan rápido
Y entonces, otro mensaje
“no te preocupes, no hay nada que me digas que no haya visto antes!”

‘Claro…seguro que todo el mundo le va a decir que ve amigos imaginarios a los 16 años’, pensé
“no es que tenga algo extraño que decir... sino que no se como empezar” dije
“ah, bueno, eso es fácil... cuando fue la primera vez que pasó?”
‘Que paso?’, pensé , ‘ que paso que?’….será que el sabia, todos los locos se juntaron para enloquecerme a mi también
“que paso que?” pregunte
“pues, lo que sea que te molesta”
“ahh… ya, pues, no se, cuéntame que sabes de los amigos imaginarios”
“ok... te cuento que los amigos imaginarios pueden ser de distinta naturaleza, como personas u objetos, peluches o personajes inventados. Y es con ellos con quienes el niño o niña tiene un espacio para conversar, jugar y pelear. Se supone que este fenómeno se da en un periodo que no abarca más allá de los seis años, ya que termina cuando los niños se incorporan al colegio y tienen otros amigos con quienes conversar, pelear, discutir o jugar.”

“ahh... ya” dije… ‘tengo 10 años de atraso mental!!’… pensaba mientras se me llenaba la cabeza de ideas
-no soy un amigo imaginario- dijo Cyan, mientras yo saltaba en mi silla.
-no aparezcas así- dije
-ok- y se fue nuevamente
Y mientras me intentaba concentrar en lo que le iba a escribir al psicólogo, apareció lentamente a mi lado y dijo
-así?-
Eso me dio rabia, por que era tan tonto? Entonces me levante, y me fui hacia la cocina a tomar un vaso con agua
-pero que hice?, dijiste que no apareciera así, entonces aparecí de otra forma, es que nada te complace?... definitivamente, no has cambiado nada- dijo siguiéndome
-deja de decir eso… yo si cambie- al llegar a la cocina tome un vaso y lo llene de agua, y lo tome de una sola vez como para que el frio del agua pudiera reducir el calor de la furia que quemaba mi garganta… era mas como para no gritarle un montón de groserías a Cyan en la cara.
Me senté de nuevo al frente del computador y antes de poder escribirle algo, apareció un mensaje
“si es por Cyan, no te preocupes, no es un amigo imaginario”
Al terminar de leer eso, apague el computador rápidamente y me puse las manos en la cara, esperando que fuera un sueño y que pudiera despertar al hacer eso.
Pero, no sucedía, seguía ahí sentada, en frente de la pantalla que se encendía nuevamente. La pantalla se encendía nuevamente?... eso era imposible, pero estaba pasando, y otro mensaje de Alex, aparecía
“no te preocupes, a mi me paso lo mismo, hasta que…”
Y ahí se corto el mensaje.
‘Hasta que... que?’ pensaba, que era lo que me iba a decir?, quien era Cyan?, mas importante aun, quien era Alex?, que sabia de mi?, que sabia de Cyan?… por que lo sabia?…

* * *
Pasaban los días, las semanas y Cyan permanecía en silencio, me miraba, me seguía, pero no hablaba ni una palabra y su delicioso olor a lavanda me envolvía todos los días, y hasta me ayudaba a dormir. Hasta que un jueves en la tarde decidí romper el silencio…
-quien es Alex?- pregunte
-no se- contesto él
-quien es Alex?- reiteré
-no se!-
-quien es Alex?- pregunte por tercera vez. Estaba dispuesta a preguntar cuantas veces fuera necesario
-bueno, te digo- hizo una pausa para sentarse a mi lado, se veía real, se veía como un hombre sentado a mi lado, pero no lo podía tocar. –el alguien que estuvo muerto, pero ya no... O si?.. Bueno, el caso es que esta haciendo algo, y por eso esta vivo, pero, pronto va a volver con nosotros-
-quienes son nosotros?- y mientras hacia esa pregunta, otras doscientas mil se me cruzaban por la mente.
-mmm, pues, los que no estamos vivos, pero tampoco estamos… muertos-
-que?- me exalte –como que.. Muertos.. Que?-
-pues... si, muertos-
-como la película… “veo gente muerta”?-
-jajaja- se reía casi incontrolablemente, mientras mi cerebro sufría algún tipo de colapso – más o menos como la película.. solo que… si, creo que como la película-
-por que a mi?-
-por demalas!-
-eso es una respuesta?-
-si, obvio-
-tonto- y me voltee. Iba a asomarme por la ventana, mientras él se paraba a mi lado
-no te pongas brava, tú sabes que te quiero-
-me quiere?.. Y por que... si no me conoce!!-
-te conozco mas de lo que crees.. Y además... no me trates de usted-
-por que no?-
-por muchas razones-

Las razones de Cyan, se hicieron esperar. Por que en ese mismo instante, se desvaneció en la oscuridad de mi cuarto.
Ya era de noche, y yo seguía sin encender la luz. No sabia si la oscuridad era mi zona cómoda, pero parecía que nunca me hubiera molestado, era como si no me sintiera desprotegida estando en la oscuridad, por que sabia que alguien, o algo estaba ahí, cuidándome. Hasta comenzaba a pensar que era Cyan.
***
Días después estaba sentada chateando con Maria, y le contaba todo lo que había pasado con Cyan.
“pero sabes, me encantaría que me dijera que soy algún tipo de elegida y que mi misión es salvar al mundo… no seria muy bacano?” dije
“jaja. —si, seria bacanìsimo!” contesto con caritas felices
-pero NO te voy a decir eso- me susurró al oído sin aparecer
-TONTO… no te metas en mis conversaciones-
Y apareció un mensaje en la pantalla -Maria se ha desconectado-.
Me senté a mirar al vacío, esperando que apareciera, para decirle exactamente lo que pensaba. Y entonces lo comenzó a hacer
-no lo pude evitar- dijo
-claro, comienzo a pensar que es típico en ti-
-pero te puedo explicar lo de la elegida-
-que?.. Si soy una elegida?- pregunte emocionada
- no!!.. Si el mundo estuviera en tus manos, estaríamos perdidos-
Levante la ceja cuando dijo eso
- no me mires así, es la verdad... además. Nadie te eligió… tu te elegiste solita, dijiste yo quiero... y ya-
-yo cuando dije esa bobada?-
-cuando aun eras inteligente…- se comenzó a reír – mentiras... cuando eras pequeña... además me pediste que nunca te dejara-
-yo por que haría eso..? si tu eres insoportable-
- la insoportable eres tú, y sin embargo te quiero-
Y comenzó a caminar, y luego paso a través de la pared. Cuando eso paso, entre en un estado de shock y no sabia si estaba dormida o algo así. Y luego, solo saco la cabeza en medio de la pared y dijo
-no te asustes… igual te vas a tener que acostumbrar-
Yo solo cerré los ojos, y cuando los volví a abrir, ya no estaba.
‘este tipo es increíble’ pensé.
Entonces comencé a recapitular, cuando era niña, ese loco era mi amigo imaginario, yo me auto elegí para una misión que ni se cual es… siempre quise ser una heroína de todos modos.
Alex se conecto y mi corazón comenzó a latir fuerte
‘quien eres?’ pregunte
‘Alex’
‘hay si, ya se eso, pero por que sabes de Cyan y eso?’
‘ah, pues, es mi “amigo”, como no voy a saber de el?’
Me quede pensando, Cyan había dicho que el estaba medio muerto, o algo así, estaría agonizando?.. no se me ocurría nada mas.
‘y, que quieres de mi?’
‘yo?, nada, tu que quieres de mi?’ dijo y puso una carita sonriente. Yo no sabía si estaba jugando con mi mente pero conteste
‘quiero información!’
‘de que?’
‘de ustedes, como que estas medio muerto?… de Cyan, por que lo puedo ver?.. de.. Todo!!!’
‘mmm…’ pasaron unos momentos antes de que continuara ‘ de todo?’ dejo pasar unos minutos mas ‘empecemos por el principio, no es que yo este medio muerto, es que estoy medio vivo..’

‘que?, explícate’
‘bueno, el asunto es así…’
Y comenzó a contarme la historia.
‘hace unos años, yo estaba vivo, como tu, pero algo paso, y después de unos instantes, estaba en otro lugar, mi cuerpo, no era mi cuerpo, mi voz, no era mi voz, y yo era solo lo que había construido durante mi vida… yo era un buen tipo, mantenía la imagen “física” que siempre tuve’ y ahí se detuvo. Me quede esperando unos minutos, pero su respuesta no aparecía en la pantalla.
- y bueno después de un tiempo me di cuenta que estaba muerto- dijo alguien detrás de mi, no era Cyan, su voz era diferente.. y esta vez, no comenzó a oler a lavanda.. era un olor mas dulce, como chocolate
Me levante sin voltear a mirar, respire profundo… conté hasta cinco respirando lenta y profundamente… 1… 2…3…4…5, comencé a voltear. la sombra se proyectaba en el piso, seguí girando despacio… hasta que lo vi. Alto, cabello rubio, ojos que parecían oscuros, pero a la vez eran claros, de esos ojos que uno no sabe de que color son, piel blanca, una sonrisa amplia y calida, labios gruesos… una mirada seria pero interesante, cejas muy masculinas y una presencia imponente. Quede pasmada, y el sonrio y dijo –continúo?-
Solo asentí con la cabeza
- bien, iba en que me di cuenta que estaba muerto… conocí a Cyan, el lleva muerto mucho mas tiempo que yo, y bueno, el me trajo acá-
-Por que?- pregunté
- no se, por que quiso.. o algo así, el diría que “por de malas”- se sentó en mi cama
- ahhh… ya, y entonces como puedo hablar contigo por Internet?-
-ah bueno, eso, es que en este momento, estoy vivo-
-y entonces como estas acá, y por que estas vivo?- me volví a sentar en la silla del computador
-larga historia, creo que…-
Y antes de que el terminara de decir, lo que sea que fuera a decir dije
- tengo tiempo-
Entonces me conto.
Ellos conocieron a alguien que llaman “la estrella” no me dijo por que la llaman así, solo dijo que ellos le habían puesto ese nombre, dijo que no era un hombre ni una mujer, era un ángel. “La estrella” los guiaba y les decía que debían hacer, y Alex, era un aprendiz de ángel o algo así, el hacia cosas que le decía la estrella , para mejorar la vida de las personas… lo que no entendí es por que él, además dijo que había una cosa llamada desdoblamiento, y que por eso estaba ahí.
-ah... Ya- dije cuando el termino de contar – y Cyan?-
-Cyan es otra historia, te la cuento otro día, te parece?-
-si, claro-
Alex me caía mejor que Cyan, por lo menos no era un engreído pretencioso, y me hablaba con claridad.

* * *
Pasaban los días y no había señales ni de Cyan, ni de Alex. Parecía que todo por fin iba a ser normal, como antes. Iba al colegio, llegaba a mi casa, tomaba la siesta, hacia tareas, y todo estaba bien.
Una tarde, lucia y Maria me invitaron a salir. Estábamos en el centro comercial, era bastante grande y volvió a suceder
-no me invitas?- dijo Cyan
-no- susurre
Estaba parado a mi lado y Maria sonreía
-Maria si me invitaría-
-entonces por que no te vas con ella?-
-por que yo se que tu me adoras-
Lucia estaba mirándome y dijo –con quien hablas?-
-sola-
-tu hablas sola?-
-eh… si, como ves-
-tu una vez me dijiste que eso era de locos-
Y Cyan comenzó a hablar
-pues si, es de locos… es que acaso laura te parece cuerda?-
Maria se reía, mientras lucia esperaba una respuesta de mi parte
-si, eso es de locos.. es que acaso yo te parezco muy normal?- y comenzamos a reírnos, mientras Cyan hacia caras a mi lado.
Un rato mas tarde, lucia se despedía. Maria y yo seguimos caminando juntas
- por que lo puedes ver?- pregunte rompiendo el silencio
-no se- dijo con su mirada al frente
-y desde hace cuanto sabes de el?-
-desde hace mucho… mas o menos desde que André llegó-
-André..?.. Quien es el?-
- es lo mismo que Cyan, pero el se queda conmigo-
- y que es Cyan?-
En ese momento, el comenzó a hablar
- si querías saber eso, por que no me lo preguntaste directamente?-
-yo si te pregunte!!-
-cálmate- dijo Maria – trátalo con cariño-
Yo alce la ceja y le pregunte con calma a Cyan
- tu que eres?-
-soy un algo que no entenderías…- contesto
-hay claro.. ahí vamos con lo de ‘veo gente muerta’…otra vez-
Me estaba exaltando, y Maria, se reía, como siempre
-Maria, no te rías-
-por que no.. ustedes son muy chistosos, pelean como si fueran pareja-
-pareja?.. no digas eso, sabes que en toda historia de romance, se odian al principio, luego pasan cosas y terminan juntos… y ahí es cuando a mi me toca decir.. ‘yo con este?.. nunca’ y ese nunca termina…-
-hay si, ya mucha ilustración, no seas empeliculada, que eso no pasa en la vida real- dijo Maria entre sus risas, mientras Cyan me miraba y yo solamente me quedaba pensando. “gracias a Dios, eso no pasa en la vida real!”
-oye, nunca me dijiste por que ves a Cyan.. desde cuando… por que.. etc.. etc…-
-ah, bueno…eso, pues, yo lo veo desde André, como te decía, eso es desde que era niña, nunca deje de verlo…-
-ah.. ya-
Seguimos caminando en silencio hasta llegar a mi casa.

domingo, agosto 15, 2010

Capitulo 1- Amigos Imaginarios



Esa noche no tenía mucho que hacer. Creía estar sola en mi casa. Y aunque no veía a nadie más conmigo, no estaba tan sola.
Fui lentamente a la sala, encendí la música y comencé a leer... después de unos 15 minutos la concentración se me iba lentamente, mientras empezaba a cantar una de mis canciones favoritas y el sueño se apoderaba de mi, entonces no lograba unir una frase con la otra y no podía hacer que Max Planck y Albert Einstein me hablaran de los fotones.
‘que aburrido’ pensaba ‘¿Por qué tengo que leer esto?’
Súbitamente, la música se detuvo pero aun no se terminaba la canción…. ¡Maldita maquina! ‘Está nueva y ya se dañó’ - le decía en voz baja al equipo de sonido
Guardé mi entretenido libro, esperando no tener que volver a verlo, apagué la luz de la sala y me fui para mi cuarto. Me puse la pijama, e hice todo el ritual de “antes de dormir”. Todo estaba listo, pero… ¿Dónde estaba el sueño?... se había ido, y eso era muy raro, por que hacía un rato me estaba durmiendo, pero ahora parecía que no iba a pegar el ojo.
Llegó mi hermano, mi mama... pero el sueño no lo hacia….
Después de diez mil y una vueltas en la cama decidí ir al baño. Me levanté igual que siempre, y comencé a dar pequeños pasos, casi como si quisiera contarlos, pero algo no era normal. Sentía como cuando alguien te mira por la espalda, y aunque sabía que todos estaban dormidos volteé a mirar…. Nada… seguí hacia el baño, me miré al espejo que estaba justo frente a la puerta… tomé agua…
-hey- escuché como un susurro… me levante lo más rápido que pude, sentía mi corazón a más de mil… la respiración se me aceleró y salí corriendo a acostarme. Me puse la cobija hasta el cuello y cerré los ojos, muy fuerte. Escuchaba pasos y sonidos, pero no quería abrir los ojos… estaba boca arriba... no quería desproteger mi espalda y me quería dormir inmediatamente para no escuchar absolutamente nada… y luego de unos minutos de agitación, mis sentidos se aquietaron y muy despacio caí en un sueño profundo.
* * *
Abrí los ojos, pero no estaba en mi cama.
El sol brillaba en mi cara y después de unos segundos podía sentir como quemaba mi piel. Me senté a ver si podía entenderlo, al poner las manos en el piso… sentí como si estuviera afuera, había tierra…. y mi cerebro no podía entenderlo, parecía que no recibía más señales que las de mis sentidos... olores y colores… muchos sonidos…. Al girar a ver el rededor era un bellísimo paisaje… un camino que parecía no llevar a ningún lugar, una gigantesca montaña, árboles hermosos y gente por ahí hablando y caminando… aunque no podía reconocer a ninguno.
Y luego de tratar de procesarlo un rato sin éxito… sentí como alguien se me acercaba por detrás
-Hola- era la voz de un hombre que ya había escuchado antes
-¿Quien eres?- pregunté sin siquiera saludar
-No es necesario saberlo - dijo, como si en realidad no fuera necesario…pero lo era
-Ah…. ¿y donde estoy?-
-Tampoco es necesario… deberías tener otras preguntas…-
Y entonces volteé a mirarlo, pero algo mas extraño aun pasaba… no podía… y por más que lo intentara, no le podía ver la cara a ese hombre
-Eh… ¿preguntas?.... déjame pensarlo…. ¿Que hago aquí?-
-….Mmmm….- se quedó en silencio un momento –bueno, esa pregunta está mejor… digamos que es el destino-
-¿Destino?- pregunté exaltada – ¿como que el destino?, se supone que nosotros lo escribimos todos los días… no se supone que este ahí…. Porque si esta ahí, ¿donde queda lo del libre albedrío y todo eso?
-Cálmate - dijo sin que su tono de voz se alterara… - el destino no es como tú piensas… es mas bien….- en ese punto lo interrumpí
- ¿Y como sabes cual es el destino que yo pienso?-
-Podrías dejarme hablar?… no has cambiado nada….-
En ese momento me levante del suelo, y nuevamente traté de mirarlo…. Pero de una forma u otra su imagen era…. borrosa…
- Te iba diciendo que el destino te trajo aquí…. Y antes de que empieces a decir otra vez lo del albedrío mejor te cuento como va eso- comenzó a caminar, y yo a seguirlo por ese camino que parecía no llevar a ninguna parte. Y el continuó hablando – ¿ves ese árbol?- señaló uno muy grande, pero diferente a todos los demás, ese no tenía hojas, y sus ramas eran largas, y se dividían casi infinitamente, se unían y separaban, algunas estaban rotas… era un hermosísimo árbol, pero era igualmente extraño – así es el destino… comienza con las raíces, esas se unen en un punto, representan todos las cosas que tuvieron que pasar para que tú llegaras al mundo… como… no sé, que se conocieran tus padres… o la fiesta en la que los presentaron… y luego… comienza a crecer el árbol… lo visible y ahí es donde tú llegas al mundo… las primeras elecciones, no son tuyas, las hacen por tí, y por eso no es tu responsabilidad lo que pase, esa parte de tu vida es…. el tronco del árbol… y repentinamente se comienza a ramificar y es donde tú comienzas a hacer tus decisiones… donde eres tú la que eliges tu destino, tal vez no lo escribes, pero si lo eliges…. Todas las ramas se dividen muchas veces, todas las ramas se unen con otras… todas las ramas tocan las de otros árboles…. Pero igualmente todas ellas tienen un final…. Crees que es suficiente con esa explicación…. ¿O tienes mas preguntas al respecto?-
- Eh…- quedé en silencio... todo parecía tan coherente. Yo creía tener las cosas claras con respecto al destino, creía que uno lo escribía y que uno mismo era el que hacia todo, pero esto era algo nuevo para mí…. Yo lo elijo pero el ya está hecho…. Demasiada información, estaba sin palabras… y no sólo por la explicación si no también por la fluidez con la que él lo decía… era tan extraño – No, creo que no tengo más preguntas-
-Bien-
Y seguimos caminando en silencio
-¿Ahora si me puedes decir quien eres?-
-¿Es que ya no te acuerdas de mí?.... eso me parece muy mal… después de todo lo que pasamos juntos…. Pero claro… como decidiste olvidarte de mí….-paró unos segundos -bueno, te digo… soy Cyan-
Y me quede paralizada…. ¿Cyan?... era imposible
A lo lejos escuchaba mi nombre
-no te preocupes, despiértate tranquila, que yo te vuelvo a visitar- dijo mientras sentía como si regresara.
‘Laura….Laura’
Estaba despertando, tenía que ir al colegio, pero no quería…. Tenía tantas preguntas….bueno, no las tenia, pero me las podía inventar… si solo tuviera más tiempo...
* * *
Cyan era un personaje que conocí cuando estaba muy pequeña, y aunque no tengo muchos recuerdos de esa época, se que él estaba ahí. Siempre pensé que era un amigo imaginario, jugaba, hablaba. Mi tiempo a solas lo pasaba con él, era mi mejor amigo para la época, el me explicaba cosas… él era…. como mi ángel guardián… pero yo a los 16 años ya había dejado de creer en eso, a mi edad yo era escéptica con respecto a muchas cosas... más que todo a las que no tenían explicación científica, a las que no podía palpar, y por supuesto a las que no podía ver. A medida que crecía, Cyan era una figura cada vez mas… irreal para mi, por eso lo excluí de mi vida… ¿Cómo una mujer casi adulta iba a tener amigos imaginarios?... más aun, una mujer como yo…
Al crecer me convertí en una mujer calculadora y fría, no había tenido novio, y era por muchas razones, entre ellas, ser muy exigente con respecto a la realidad…. No me gustaban las mentiras ni que me pintaran un paraíso… todo el cuento de la imaginación y eso, no era para mí. Por eso era que Cyan ya no tenía cabida en mi nueva vida, no congeniaba con mi personalidad, siendo él parte de ese mundo inexplicable que es lo que yo llamaba imaginación… estando fuera de la ciencia… siendo tan…. Etéreo…. Tan…. Irreal.
Por eso lo había sacado, por eso era tan “imposible” que hubiera vuelto… y por eso era que no lo quería en mi vida. Yo debía mantener mi salud mental, tal y como estaba.
* * *
Al día siguiente, me levante a la hora usual… 5:45 am, iniciaba las clases a las 6:45, y aunque mi colegio quedaba a un par de cuadras yo me tardaba toda una hora en arreglarme…y no es por que hiciera nada inusual, sino por que tengo un poco de alergia a la mañana, mas aun cuando aun no es completamente mañana .
Me bañe lentamente con la cabeza en otro lado… ese día tenia que lavar mi cabello…. Lo uso rizado y muy largo, me llega casi hasta la cadera, pero siempre lo tengo en una cola de caballo.. me tomé mi tiempo dejando que el agua me intentara despertar… al salir me quede mirando al espejo..
Mi piel amarillenta me hacia pensar en un programa de tv, pero, igual me gustaba y odiaba tostarme al sol. Mis ojos cafés estaban algo enrojecidos por levantarme a esa hora, pero en general me gustaba mi cara, parecía algo mayor de lo que realmente era, tal vez uno o dos años mas y eso siempre me había parecido bueno.
Al llegar al colegio, no me podía concentrar… tenia muchas cosas en la cabeza, como por ejemplo que cada mínima elección que hacía me iba a llevar a un lugar probablemente distinto al que yo quería. Era muy complicado.
-Hola Laura- me saludó María, mi mejor amiga
-Hola -
- ¿Y esa cara?- preguntó intrigada
-Nada, es que anoche no dormí bien… o bueno, si dormí bien, pero tuve sueños muy extraños-
-¿Como que?…-
-no me lo vas a creer… es una historia muy graciosa!!-
Entonces, le conté toda la historia, lentamente, cada detalle…
-Huy… que sueñitos…. Eso es mas bien una pesadilla… y ¿si conoces a ese Cyan o es parte de tu imaginación?-
Cuando ella preguntó si era parte de mi imaginación, me quedé pensando… ¿será que él es parte de mi imaginación…. o es real?… ¿como algo que yo me inventé podría decirme algo que yo no sé?… era muy complicado.
-Entonces… ¿lo conoces?- insistió María
-Eh…..- me quedé en silencio un momento –no, nunca había escuchado eso-
-Ah… bueno - y nos sentamos a esperar nuestra primera clase. Me pareció extraño que Maria no preguntara más, pero yo tampoco quería hablar más del tema.
Y luego alguien susurró a mi oído
-Hey-
Volteé rápidamente
-Soy yo- seguía susurrando
Entonces para seguir la corriente, empecé a susurrar yo también
-¿Que?.. ¿Quien eres?-
-¡Soy yo... Cyan!-
Y ahí, me congelé… no hablé más… y tenía la mirada fija al frente….
-Dijiste algo - me habló Alexa, otra amiga que estaba sentada a mi lado derecho
-Eh... no nada - me temblaba la voz
-Laura, podrías dejar de hablarle a tu amigo imaginario... estás como grande para eso- dijo la profesora, mientras todo el salón se reía.




La mañana siguió “normal”, yo no dije nada al respecto, pero él me seguía hablando… yo, solamente, lo intentaba ignorar
-¿Por que me haces esto otra vez?… ¿es que no quieres saber de mí?-
Seguía repitiendo una y otra vez… yo solo respiraba profundo y trataba de seguir en lo mío.
Esa tarde al llegar a mi casa, saludé a mi perro y me tiré en la cama… respiré profundo y despacio, luego cerré los ojos… y entonces volvió a suceder…
-Hey… ya que estas mas desocupada… ¿me regalas un poco de tu atención?-
Me levanté de la cama… y muy asustada miré para todas partes… y comenzó a aparecer una figura sentada a mi lado.
Camisa azul, pantalón negro, piel blanca… era él… era Cyan… en mis recuerdos algo revueltos lo podía encontrar… Cyan... Ojos muy azules, cabello muy negro, cara de hombre y mirada de niño… muy extraño…
-¿Cyan?-
- Si... No me digas que no te acuerdas… por que la cara que estas poniendo me dice que si….- y sonrió
-No, no me acuerdo - dije
-Bueno, me presento…. Soy Cyan, he estado contigo… desde…. Huy, hace mucho tiempo-
-Aja- solo deje salir eso, nada mas, me sentía como loca, así que lo dejaba hablar, pero no ponía atención a nada de lo que el estaba diciendo.


Cyan era demasiado raro, me parecía que lo conocía, me parecía que siempre había estado ahí, pero al mismo tiempo me parecía extraño como si no perteneciera a este tiempo, como si fuera de otro lugar.
Pero no iba a preguntar, no quería saber… ¿o si?.... ya no sabía, no sabía si él era real, no sabía si él debía estar ahí, o si se suponía que le hablara.